martes, 5 de febrero de 2008

Es raro el amor


Toda mariposa vuelve a ser oruga en el devenir de la vida.



Una mariposa ocupa el lugar de la anterior para sorprendernos con su belleza.
















Mientras tu sueñas con la nueva mariposa que a kilómetros de distancia ni se imagina ni te piensa, yo aquí sentada a tu lado, y la deseas tuya, juegas y dejas correr tus fantasías, yo espero pacientemente una palabra, un gesto una mirada que me muestre que me ves. Estoy al alcance de tus manos y sin embargo ellas no se extienden hacia mi.

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